PRIMEROS PASOS
Antes de comenzar este camino de luces y sombras, me parece importante aclarar de donde surgen estos diálogos (inicialmente monólogos) sobre la fotografía como experiencia creativa. Soy artista visual y desde hace largo tiempo vengo realizando una investigación personal sobre la relación del arte con la vida y este, se podría decir que, es el eje sobre el cual gira mí propuesta artística. He llegado a la conclusión de que esta relación no es más que el producto de mezclar lo que somos en esencia con lo que hacemos, en el crisol llamado contexto.
En esa búsqueda he encontrado antes que soluciones, problemas para resolver, porque muchas veces me he sentido perdido, divagando sin sentido. En apariencia, creo que sólo en apariencia, estamos viviendo tiempos en los que es muy fácil aprender. Vivimos en la era de la información, una época de mucho conocimiento, yo diría demasiado, tanto que produce el efecto inverso, nos dirige hacia un mar de datos donde corremos el riesgo de ahogarnos o peor aún, de divagar de manera inconsciente de una isla a otra.
La tabla que nos ofrecen para salvarnos del naufragio es la supra valoración del instante, y es tan deslumbrante que ya no nos importa que la vida se construya a partir de momentos muertos, en el sentido que no guardan relación entre sí. Salir de ese mundo que nos encandila se vuelve una tarea tediosa, algo que sabemos que debemos y podemos, pero no queremos hacer. En este punto y producto también de otras experiencias personales me di cuenta de que estaba dando otra vuelta en circulo, otra vez mirando afuera, hacia una realidad que es neutra en la medida que es igual para todos, pero que no nos hace a todos iguales, entonces, cuál era la salida, el camino a seguir, creo que se trata de entrar en procesos de autodeterminación que consiste en comprender que la libertad de la mente y la autonomía individual forman la base de una sociedad futura o resumiendo con las palabras de Joseph Beuys “El futuro que queremos debe ser inventado”.
Y que tiene que ver todo esto con la fotografía, se estarán preguntando muchos de los que han llegado hasta este punto, bueno para tranquilizarlos un poco y para que no corran en desbandada, les diré que hablo de lo que trata el taller de fotografía que he comenzado a realizar en algunas escuelas y colegios: la fotografía como proceso creativo. Y también hace parte del libro “REVELATE escribiendo con la luz”. Yo creo que cualquier actividad que realicemos podría conducirnos al mismo resultado: encontrar al ser que está detrás. Yo hablo desde la fotografía porque es la actividad que me ha ayudado a comprenderme, a encontrarme. Esto lo digo después de todo el tiempo que ha corrido desde aquellos días en que surgió como un impulso fuerte y poco a poco se fue perdiendo tras el brillo de otras técnicas artísticas que estaban más en la línea de las máscaras sociales. La diferencia entre ser artista o fotógrafo era inmensa en aquellos tiempos en los que la fotografía no tenía entrada en los salones y espacios reservados para el arte. Y las decisiones que tomé respondían en ese tiempo, de manera inconsciente, a situaciones de miedos que se ocultaban en mí, a pensar en lo que los demás esperaban de mí. Ahora entiendo, y es lo que quiero compartir: que la fotografía me ha querido mostrar, desde que la encontré en mi camino, que la vida es escribir con la luz.