Proyecto fotográfico
"La vida en la ventana"
"La vida en la ventana"
“Una persona que vive en un apartamento alquilado debe tener derecho a asomarse a la ventana y rascar la obra de albañilería que alcance con el brazo y se le debe permitir tomar un cepillo largo y pintar toda la parte exterior que alcance con el brazo. Así toda la gente podrá ver desde lejos que allí vive una persona diferente de la persona uniformada, esclavizada y prisionera que vive al lado.”
Hundertwasser
Más allá de la necesidad de adueñarse de la ventana, hay que concebir esta abertura en el muro, de manera metafórica, como una condición del encierro en que vive el ser. Hay artistas que han extendido el área de derecho al que alude Hundertwasser, al realizar edificaciones transparentes; sin embargo, hace falta ampliar más que el espacio físico; deberíamos tener derecho, también, a reflexionar sobre el aire que se filtra por este hueco de nuestra casa; derecho a conocer el contexto de líneas, colores, formas y texturas que se brindan libres a nuestros ojos a través de él; pero no nos damos cuenta que la promesa de dejarnos ver lo que está pasando afuera no se cumple, hay dos explicaciones para ello: lo que hay allí es una porción del todo, un fragmento que seduce porque viene vestido de luz; la luz que necesita la sombra que somos. No salimos por la ventana, pero la ventana se ha multiplicado en el interior y nos conectamos a través de ellas para entrar en mundos paralelos que emulan lo real del afuera; otra promesa nos seduce: la de la proximidad. Así, el encierro no es percibido como tal, se presenta ante nosotros como espacio de la privacidad; en este ámbito la ventana tiene rejas, vidrios y cortinas. La ventana es percibida como mecanismo de protección más que como signo de edición de la realidad.
Windows
En pequeños cubículos,
donde se alquila la vida,
golpean los dedos
sobre el mudo teclado,
ventanas imaginarias se abren a mundos ajenos,
haciendo más evidente
nuestro encierro.
Carlos Piedrahita